En estos tiempos que corren es casi imposible descubrir algo nuevo que nos haya sido proporcionado por la naturaleza. Increíble y excepcionalmente ha llegado a nuestra redacción el rumor de la aparición de una nueva especie animal. Dicha especie se caracteriza por su apetito desmesurado, contaminación “aerofagica” y un montón de costumbres desagradables, tales como rascarse los genitales ante el resto de sus congéneres sin ningún tipo de pudor, saltarse las normas higiénicas acordadas de forma unánime por los miembros de su clan o manada y un largo etc.
Los biólogos y zoólogos no tienen ninguna teoría concluyente sobre la procedencia de este espécimen dentro de la cadena evolutiva global, ya que no guarda relación genética alguna con cualquiera de los seres vivos actualmente conocidos. Se estudia la posibilidad de que sea un caso raro de una evolución paralela a las leyes darwinianas ya que los estudios realizados al cien pies gigante bautizado así por la comunidad científica, coinciden, la mayoría, en resultados desconcertantes, llegando incluso a rozar lo absurdo. La imagen tomada del “bicho” en cautividad es prueba de su compleja fisionomía y resto de conclusiones a las que cada quien pueda llegar. 
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